Las personas de este signo tienen como elemento de movilidad básica e impulso primario el AMOR, que impregna todos sus actos. Un amor que puede llegar a ser posesivo y excesivamente protector con las personas de su hogar o su entorno. Aunque no buscan la confrontación por la confrontación, defienden lo que consideran “suyo”. Los Cancer tienden a ser recelosos con los sentimientos y aspiran a conservar de por vida esos afectos. Lucharán por construir un sitio limpio y adecuado que ofrezca las condiciones más optimas de habitabilidad, pero terminan siendo los reyes de su propia casa, atando mediante el afecto a los miembros de su clan.

Son reservados y cautelosos en primera instancia, por lo que rara vez rompen el hielo en las relaciones o toman la iniciativa en algo. Tal es su recelo, que a menudo sospechan sin motivo que alguien desea hacerles daño. Son tan impresionables que pueden turbarse por cualquier disgusto externo. Nunca olvidan una afrenta, pues tienen una gran memoria y psíquicamente son muy sensibles e intuitivos, como corresponde a la vitalidad lunar de su regencia. Esa misma memoria —y su disposición emotiva— les permite recordar sentimientos que se remontan a la infancia, o retener detalles que pasan desapercibidos a otros observadores.

Paradójicamente, aunque adolecen de cierto conservadurismo y rigidez en sus ideales —por su desapego a la innovación o lo utópico—, los Cancer pueden resultar caprichosos y cambiantes, al igual que la Luna, que muta a lo largo de sus cuatro fases. También oscilantes en el ámbito sentimental, pueden tener tendencia a la depresión, aspecto que acarrea inestabilidad a sus relaciones y pone a prueba la paciencia de sus compañeros.

Es un signo tenaz y trabajador, previsor en lo económico y en la despensa. El estómago es su órgano característico: estas personas asumen como misión satisfacer las provisiones vitales de la familia, así que difícilmente faltará comida en el hogar de un Cancer. Deben cuidar su alimentación y el talante caprichoso de su carácter, pero su aura desprende bondad y placidez.