LA ALIMENTACION DE CAPRICORNIO

Capricornio es el signo del reposo de la naturaleza. L@s nativ@s de este signo gozan de excelente salud —más de lo que su aspecto pueda dar a entender— pero no deben descuidar una dieta equilibrada, pues cualquier trastorno alimenticio repercutirá en la buena salud de su piel. Éste es un órgano especialmente sensible para l@s Capricornio: suele adolecer de sequedad y grietas, y desarrollar arrugas desde una edad temprana. La hidratación regular de la piel es por ello muy necesaria, especialmente en verano, sin descuidar tampoco el cuidado de mucosas como labios, vagina, etc. En invierno, deben protegerse de las bajas temperaturas para evitar molestos sabañones.

 

En general, el frío y la humedad son una fuente de problemas de salud para l@s Capricornio; toda su estructura ósea puede verse repercutida negativamente si no se extreman ciertas precauciones: rodillas, médula, dientes… Pero también tendones, articulaciones, venas y arterias, glándula pineal, pituitaria y terminales nerviosas. El reumatismo es una dolencia muy recurrente, que puede mitigarse con una buena dosis de Sol, y baños de barro o arcilla, un detalle a tener en cuenta a la hora de planificar las próximas vacaciones. 😉

 

Otras zonas sensibles al frío pueden ser los riñones y las vías urinarias, a menudo propensos a dolorosas cistitis e infecciones de orina.

 

Para disminuir la sensibilidad al frío, l@s Capricornio deben consumir gran cantidad de frutas, hortalizas y legumbres ricas en vitaminas C, D y H. La vitamina C fortalece dientes y encías, atenúa los dolores reumáticos y molestias en las articulaciones, y es además muy efectiva en el tratamiento de afecciones dermatológicas.

 

Algunas pautas de nutrición:

 

  1. Comer a horas fijas.
  2. Evitar productos de casquería, como riñones, mollejas o sesos.
  3. Abstenerse de consumir productos de caza.
  4. Evitar los embutidos
  5. Consumir productos lácteos con regularidad.
  6. Consumir alimentos que tengan gran cantidad de calcio.
  7. Consumir alimentos ricos en vitaminas C, D y H.
  8. Tomar minerales como calcio, magnesio y silicio.
  9. Aminoácidos: arguinina, fenilalanina y leucina.

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