EL NIÑO INTERIOR Y SU LUNA
El niño interior
La posición de la Luna en el horóscopo nos proporciona información sobre el tipo de experiencias de la infancia que determinaron nuestro comportamiento en el contacto próximo. Las causas de muchas conductas erróneas que produciremos a lo largo de nuestro crecimiento personal, se encuentran en las experiencias mal asimiladas durante la primera parte de la infancia. De una manera natural, el niño espera que el mundo corresponda a la imagen interna que tiene del mismo. Vive en el nivel emocional y se identifica casi siempre con el yo lunar. Todas las experiencias, tanto buenas como malas, quedan registradas en el yo emocional y son la causa del comportamiento futuro en las experiencias de contacto. Si los padres, como figuras clave, no desilusionan a los niños, el yo emocional crece sin contratiempos. De este modo, el niño desarrolla una actitud positiva y sana ante la vida, y cuando se convierte en adulto es capaz de llevar a cabo tareas importantes y enfrentarse a las dificultades.
Pero si el niño sufre desengaños en relación con sus sentimientos originales de confianza y pertenencia, entonces se repliega en sí mismo y, a modo de protección, construye una defensa ante el contacto.